lunes, julio 10, 2006

Oda al huevo frito con patatas




Sol de oro

en cielo blanco

perlado de crujientes nubes amarillas

yo te amo.


Si otros poetas cantan

a cosas tan efímeras

como el amor o la primavera

yo he de sacar otra puntilla a tu arte

que tiene mas sustancia en su ser y parte.


Tú eres el rey

de nuestra barriga:

allá se guarden de ti

deconstrucciones desangeladas

de platos que un bocado

se empiezan y se acaban.


Yo me rió

de sus nombres largos

de su cuidado emplatado

de sus sabores extraños

de sus precios prohibitivos

para poner luego adjetivos

largos y ceremoniosos

para quedar al llegar a casa

con mas hambre que un oso.


Guárdense de ti

las hamburguesas

los sandwiches, las pizzas

y todas esas zarandajas

que embuten los sentidos

y con colesterol nos matan.


Sólo puede igualarte tu prima,

de iguales carnes e ingredientes,

la sencilla redonda y plena

principio y fin de la cocina

querida y sabrosa tortilla.



Seas tú, amarillo y sublime

nacido de lo humilde y lo sencillo

bautizado en aceite,

con fuego y sal urdido

mi ansia, mi musa y mi alivio.