domingo, abril 30, 2006

Pipa, historias y muchos vinos

Hacía poco que había cumplido los dieciocho y mucho, mucho tiempo que no iba a ver a mis abuelos. Era algo que dejaba de un día para otro, de un mes para otro.... hasta que me di cuenta con sorpresa que hacía ya mas de un año que no los veía .Esa aguja que pinchaba en mi conciencia había empezado ya a sangrar. Así que haciendo tripas corazón, con la mejor de mis sonrisas, unas buenas excusas pensadas y una bandeja de pasteles me presenté en el piso en donde viven solos los dos.

Lo pase muy bien con mi abuela. Fue una tarde de risas e historias frente a fotos viejas y dos tazas de café .Mi abuelo estaba fuera, como siempre. Llegó cuando casi me iba. Era alto, fuerte, de gran mostacho blanco, pipa y señorío. Estaba echo un roble, cosa que achaca a una tabla de “gimnasia sueca” que llevaba haciendo todas las mañanas desde hace más de cuarenta años. Mi relación con él era buena, pero muy esporádica. De siempre, paraba poco en casa. Cuando me vio, me escudriñó bien tras sus pobladas cejas y me dijo:

-¡ Carajo!. Ya estas echo todo un mozo. ¿ Tienes los dieciocho?.

- Si, abuelo.

- Pues mañana, te vienes conmigo.

Asentí con la cabeza. No era una invitación, era una orden de un antiguo policía armada. Quedamos al día siguiente, a las seis, en un bar en donde echaba la partida.

Al principio, yo estaba un poco nervioso. Cuando fuimos por primera vez a la barra, y me oyó pedir un refresco hizo como si se enfadaba.

- Pero...¿¡ somos paisanos o no somos paisanos! ?. Tú vas a hacer hoy lo que te mande tu abuelo. Pepe

¡ dos vinos!. Y una tapa, ...pero de las de amigo , ¿eh?, que este que está conmigo es mi nieto.

Y Pepe, que era un jabato, obedecía.

Tras esos dos vinos vinieron otros. Y otros dos en el otro bar. Y dos ribeiros en un gallego. Y luego... la verdad es que no lo consigo recordar muy bien.

Entre vino y vino nos íbamos conociendo. Supe de las historias de su pueblo, lo mal que se vivía antes y lo duro que es emigrar. De cuando hizo la guerra, de sus novias, de mi abuela... Entre tapa y tapa descubrí el placer de escuchar historias vividas. Aprendí muchos buenos consejos. Cuando una tapa estaba buena , estaba “ como para un cura de pueblo”.Y cuando algo se empezaba para no terminar, eso era para él una “pipa de juventud”: algo que se empieza sin estar preparado para ello. También escuchó mis historias y mis recuerdos. Se interesó por mis estudios y me pidió explicaciones de mis amigos y mi novia.

En cada bar, me iba presentando a sus conocidos como “mi nieto”, y yo hacía lo posible por merecer ese orgullo que sonaba en su voz cuando hablaba de mí a los demás. Hablábamos de lo humano y de lo divino, como dos amigos. En un momento dado, sacó de su boca su pipa y me dijo:

-¿ Sabes?, es bueno que un hombre sepa que es lo que quiere llegar a ser. Hay que plantearse una meta, tener una ilusión... Pero siempre teniendo en cuanta que lo importante, no es llegar, sino el camino. Dime ,Jaime, ¿qué es lo que realmente te gustaría llegar a ser?.

En aquel momento, los efluvios etílicos corrían por mi cuerpo , haciendo que sus palabras me llegasen tras una cortina de algodón . Tenía que apoyarme en la barra, para mantenerme dignamente de pié. Y ahí estaba él, mas derecho que un palo, sin que pareciera afectado lo más mínimo. Querido y respetado por todos los que le rodeaban, con una salud de hierro, moreno porque hacía poco acababan de volver de Canarias y con todo el día cada día por delante, para hacer lo que le diera la gana con él. No dude un instante.

- ¡Abuelo!. ¡ Yo de mayor, quiero ser abuelo!.

viernes, abril 28, 2006

El Armagedon de Acaria


¡Hay otros mundos!. ¡Pero están en este!. Y yo, Jaime Ramajo, indigno, ignorante y causante de una hecatombe (inconscientemente), he sido designado como su representante ante la humanidad. Sí señores, sí. Yo tengo el triste deber de explicar, maravillar y aterrorizar a la humanidad de la evidencia de una cultura que yo mismo he aniquilado.”¿Quiénes son?.¿Dónde están?.¿Cómo no supimos antes?...” se estarán preguntando. Ellos son...( les va a parecer increíble, pero ruego sigan la lectura; al final de este comunicado a la prensa, entenderán). Repito, ellos son lo que nosotros denominamos ÁCAROS DEL POLVO.¡Contengan, contengan su hilaridad!. Se trata de un asunto muy serio. Un hito en la historia de la humanidad.

Sí señores,sí. Los ácaros del polvo, esos microscópicos seres que viven entre y con nosotros, son inteligentes. y en un corto espacio de tiempo, en un sitio propicio donde se reunan unos cuantos millones, son capaces de crear unas culturas y civilizaciones muy avanzadas.

Anoche llegué a casa tarde y estaba muy... bueno, con unas copas de más. Me dejé caer en mi viejo sofá, y allí pasé la noche, tras conseguir que dejara de danzar la habitación alrededor de mi cabeza. Y ese, fue el momento escogido por ellos para ponerse en contacto conmigo. ¿Cómo podían preveer el futuro, sin poderlo evitar?. No lo sé. Solo sé que al cerrar los ojos me vino a la cabeza la imagen del Gran Ácaro, presidente de la República de Acaria. Y que empezó a hablarme:

“ Hijo, somos una gran civilización que vas a hacer desaparecer. Todo comenzó cuando, como dicen nuestros libros de historia, que se hunde como todas en la leyenda, llegaron Rómulus y Remans a un rincón de tu sofá. Lo encontraron seguro, repleto de comida, y decidieron fundar una ciudad. Dice la leyenda que marcaron su lindes con el pelo de una pulga sagrada, pero eso, nos da igual. El hecho es que nuestra civilización se ha ido desarrollando a lo largo de generaciones, enriqueciendo nuestra cultura y ciencia. Nuestra vida, como la vuestra, está repleta de acontecimientos, pero lo que para vosotros es una hora, para nosotros son generaciones. Así, sin saberlo, se ha ido gestando una cultura en tu sofá. Nuestra historia, también está llena de hechos trágicos: las guerras civiles por el control de la caspa que cae al sofá, el asesinato traumático (y todavía inexplicado) del Gran Ácaro Kennedius en visita preelectoral., la caida del Pelo de Acero, que dividió a Acaria en dos bloques de enemistad... ¡ tantas, tantas cosas!. Ahora, vivimos un período de establidad ...y paz. Hasta que nos barra lo equivalente en vuestro mundo a una explosión termonuclear. ¡Tenemos tanto que mostrar!. Las obras maestras de Leonardux, la Pintura de Goyax, la literatura de Cervantex, y las simpaticonas canciones de Pacox Porrax... Todo esto se perderá. Al amanecer, millones de ciudadanos miraremos al cielo, para contemplar el fín de nuestra sociedad. Nuestra ciencia ha avanzado, y gracias a ella podemos hablar contigo, pero nada podemos hacer ante un impacto de tal magnitud Ahora, ya sabes quiénes somos. Tienes que llevar este mensaje a tu pueblo. El mundo debe saber. Te perdonamos, pero en ti ponemos la carga de evitar que algo parecido vuelva a suceder. Adiós y que Dios te bendiga. Confiamos en ti, hijo”

Entonces, una voz, como las que suenan cuando hacen una cuenta atrás los de la NASA sonó en mi cabeza “Diez segundos para la destrucción de Acaria. Comienza la cuenta atrás: diez, nueve, ocho, ..., uno y cero”.

Y justo en ese momento-¡oh, Dios mío!- me salió un tremendísimo pedo. Hasta se movieron los cojines del sofá. Cada vez que me imagino a los millones de ácaros en ese momento mirando al cielo - las madres abrazadas a sus hijos, los jóvenes enamorados cogidos de la mano - me pongo a llorar.

Esto es todo señores. El mal ya está hecho. Ahora sólo nos queda evitar que más situaciones como ésta se vuelvan a perpetrar. ¿ Cuantas Acarias habrá en el mundo?. Quizás ahora mismo estemos sentados sobre alguna de ellas. Si tienes esa sospecha, ¡ten cuidado!. No seas el responsable de un holocausto y tengas luego que cargar como yo, con este peso en la conciencia toda tu vida. No sé qué podemos hacer exactamente, pero tenemos que ponernos en movimiento, informar. Para empezar yo ya he publicado esta hecatombe en un blog. Difunde esta noticia. Mas tarde, los políticos, tomarán medidas.

Jaime Ramajo.

Embajador de la Extinta República de Acaria ante la Humanidad.

Sí, cuentista, qué pasa...



Dejemos una cosa clara: yo no soy escritor. Soy un CUENTISTA. Y a mucha honra. Al menos lo reconozco. Como cuentista que soy, lo desarrollo en muchas facetas: con mi mujer ( "no bebí mucho, es que me sentó mal algo que cené por ahí"), en las oposiciones ("pero ...¿que podemos comentar sobre la economía extremeña que no se haya dicho ya?...o que sí se haya dicho), y en la política...(no coments).
Estos son algunos de mis cuentos. Esto es lo que hay.
Y si no te gusta, cierra la página, pringao.

Caperucita LA ROJA


Caperucita la ROJA

Había una vez una niña que era muy buena. Rubia, de veintipocos, largas piernas y grandes dones. Como os he dicho, era una niña muy buena. Bueno, pues esta niña era una roja. Más roja que el tomate. Más roja que el chorizo. Más roja que el pimentón picante de la Vera, que ya es ser roja. Y como en todas las manifestaciones se ponía la misma capucha, para no ser reconocida por las fuerzas de seguridad, le habían puesto el mote de Caperucita. Pues un día, se le acerca la vieja de Caperucita y le dice...”Caperucita, Caperucita, ve a llevar esta compra a casa de tu abuelita”. Entonces Caperucita, dejó la revista feminista radical que estaba leyendo, cogió su vespino y se puso en marcha .

Pero lo que no sabía Caperucita, era que la madre, había quedado con la abuelita, para que quedara con Lobo, un primo muy lejano de la familia, para ver si así se conseguía un enchufe para que trabajara su niña. Lobo, era ahora un gran empresario que había hecho fortuna con el contrabando de armas (horror), la explotación infantil (terror), y ahora, se habían metido con las inmobiliarias y con las E.T.T. (Pánico).

Bueno, pues mientras iba Caperucita camino de la casa de su abuelita, se encontró con un pijo que iba en un deportivo rojo, que le para y le dice..

-¿ Te monto, nena? O sea... en el deportivo, me refiero. Luego, donde quieras..

Caperucita flipaba con ese baboso. ¿Qué le había dicho su madre acerca de los desconocidos?

-¡¡Métete un dedo en el culo , gilipollas!!.

El Lobo adelantó a lo fantasma a Caperucita. Porque sí, amiguitos, sí. Este terrible personaje que iba asaltando a indefensas niñitas era el Lobo. El Lobo, que se dirigía a casa de la abuelita, para ver si conseguía estafar los terrenos de esa vieja loca que le había llamado, especular y ganarse así unos milloncetes.

Pero la Abuelita era vieja, pero no una idiota, así que al cabo de un rato, el Lobo, decidió que lo más fácil era atar a la vieja en el sótano, declararla demente senil, y hacerse con la tutela y el control de la propiedad. Y mientras estaba llamando por su móvil a un médico y a un juez que conocía del club de golf(os), vio llegar a lo lejos a Caperucita en su vespino..

- ¡Qué mal rollete, por el Libro Gordo de Pedrete!¿ Qué puedo hacer?-dijo Lobo. Entonces, acordándose de su época de drag- queen , decidió vestirse de abuelita y untarse la cara de Nocilla, para no ser reconocido.

- ¿Abuelita estás ahí? ¡Uf que calor hace!. Voy a ponerme cómoda quitándome la camisa.-dijo Caperucita, subiendo al dormitorio en donde estaba la supuesta abuelita.

- Si queridita. Ponte cómoda, ponte cómoda. Ven a sentarte aquí al lado de tu Lob...abuelita-.

Caperucita, se sentó en la cama.

- Qué nietecita...dice que hace calorcito,...voy a desabrocharte un poco los pantaloncitos... - dijo el Lobo muy entusiasmado.

- Abuelita, abuelita, qué ojos más grandes tienes- dijo Caperucita un poco mosca.

- Son para mirante mejor...

El Lobo andaba ahora dándole palmaditas...

- Abuelita, abuelita, qué manos tan enormes tienes...- dijo Caperucita tomándole una, mucho más mosca.

- Son para masajearte mejor... Tu abuela sabe dar unos masajitos ....- dijo el lobo mientras palmoteaba por arriba y abajo.

- Abuelita, abuelita, qué brazos tan fuertes tienes- dijo Caperucita mucho, mucho más mosqueada mientras los observaba.

- Es por el gimnasio. Y con ellos doy unos baños...¿ te apetece un baño, querida?.- decía el lobo mientras peleaba con sus vaqueros, que eran muy italianos y no querían bajar.

- Abuelita, abuelita, qué bulto más grande tienes- dijo Caperucita ya mosca del todo mientras le daba un retorcijón.

El Lobo dio un grito que ni el Pavarotti. Caperucita aprovechó la coyuntura para atarle por su punto débil, además de pies y manos y corrió a liberar a la verdadera abuelita...

Hoy, Caperucita se encuentra en Colombia, como comandante de las Fuerzas Armadas Recolucionarias. La abuelita está en Benidor, viviendo la nueva ola de revolución sexual de las Panteras Grises. ¿Y el Lobo?. El Lobo, se despertó en Marruecos, adonde lo había mandado Caperucita. Sin papeles y sin poder demostrar quién era. Está muy encobronado, y algún día conseguirá cruzar el Estrecho en patera, y entonces... se vengará del mundo refundando el GIL.

Y colorín, muy colorado , este cuento se ha acabado.