martes, diciembre 19, 2006

Sentimiento (Poema)



Si entre las grietas
de las losas,
encuentras, naciendo una rosa,
detén tu paso un momento
y párate a reflexionar
que incluso en el cemento
de indiferencia,
de la ciudad,
puede surgir sentimiento,
si alguien se para a mirar.

domingo, diciembre 10, 2006

Del frío en los hombres y gatos


Cuento Navideño.



Normalmente escribo cosas que sólo ocurren en mi cabeza llena de sueños . Antes me parecía que sólo ahí podían ocurrir las extrañas cosas que escribo . Pero la vida me ha enseñado que a veces roba ideas , o mejor dicho , que yo le puedo soñar en letras acontecimientos de los que normalmente no soy más que un mero testigo .

Pero esta historia no es así .

Hoy voy a escribir sin conjurar fantasía . Voy a escribir sobre algo que me ha sucedido a mí , al pequeño escritor de anodina vida . Porque acabo de aprender que a veces , la realidad puede ser el mejor cuento navideño que yo me atreva a inventar . Ustedes verán :



Era la noche de Nochevieja , y por lo que recordaba , la nochevieja más fría que tuvo nunca la ciudad . Mi ciudad era ... que importa , era una ciudad . Acababa de tomar las uvas con prisa y corriendo , y salí de casa vestido de fiesta dispuesto a empezar el nuevo año en una de tantas , hasta que me descubriera el nuevo día brindando por él .

Había quedado en ir a recoger a mi amigo a su casa y juntos, dirigirnos al local en donde nos esperaban el resto del grupo . Bajé corriendo , alegre , las escaleras que daban hasta el portal . Tenía el ánimo de fiesta . Había comido , bebido y charlado alegre con mi familia , habíamos llamado por teléfono a los que no habían podido venir ( "¡ Feliz Año Nuevo ! " cantaban las lineas ) y encima , la noche nos regalaba un fina capa de escarcha con que engalanar la ciudad .

Cuando estaba saliendo del portal , apresurado , hubo algo en el suelo que llamó mi atención. Era un pequeño gato negro que se refugiaba del frío en el portal . Era sólo un gato , pequeño y lleno de frío que intentaba sobrevivir a las noches de la ciudad . Me acerqué y no salió corriendo . Y cuando lo tuve más cerca me di cuenta con horror de que le faltaba un trozo de la pata izquierda.

Esto , no era reciente , no parecía que le doliera y emitió un débil maullido cuando le rasqué con cuidado la cabeza . Y mientras lo compadecía pensé con ira en el grupo de gatos que rondaba mi bloque por haber excluido a este miembro más débil de su sociedad .

Sabía que no me dejarían subirle a casa .Pero sí podía traerle comida , restos de la gran cena que acabamos de tomar . Subí hasta mi casa , expliqué la situación y salieron mil suspiros por el gatito minusválido . Enseguida , preparamos lo que suponíamos un festín gatuno sobre un trozo de papel de aluminio .

Cuando bajé con el paquete , el gato no estaba en su sitio . Lo busqué preocupado y lo encontré en una esquina , dando cuenta de cabezas de langostinos y restos que tenía sobre otro trozo de papel plateado . " ¡ Claro , tenía que haberlo previsto ! " pensé para mí . En el corto intervalo de tiempo en que subía y preparaba el alimento , alguien , que también iría a una fiesta , se me había adelantado . Deposité mi paquete a su lado , le di una caricia de despido y me dirigí a paso rápido a la casa de mi amigo , a unos cien metros de la mía .

Le piqué en el timbre del portal .

- ¡ Feliz Año Nuevo ! .

- ¡ Feliz Año Nuevo ! . Oye ... ¿ te importa si tardamos unos minutos en llegar ? .

- No ... , claro que no .

- Bien , bajo ahora y te lo explico .

Cuando mi amigo bajó traía consigo un gran bulto en una bolsa . Y mientras comenzamos a caminar me empezó a explicar .

- Desde mi casa se ve a una pareja de mendigos durmiendo bajo los soportales de la Caja de Ahorros . Vamos a llevarles una manta .

El frío helaba nuestros alientos y encendía nuestras mejillas .

- ¿ No sería mejor llamar a la policía y que pasen la noche en la comisaría ? . Allí estarán más calientes .

- Puede ... Pero si hubieran querido ya habrían ido ellos .

En unos minutos llegamos . Bajo unos dos metros cuadrados de un alero de la entidad , con el suelo forrado de cajas de cartón y unos pocos bultos a los pies , yacían dos personas .

- Extendámosles la manta por encima .

Desdoblamos la manta y al sacarla de la bolsa hizo un pequeño ruido . Levantó la cabeza la mendiga . Era de unos cuarenta años , pelo negro bajo un gorro de lana , y rostro enrojecido.

- Tranquila , les estamos echando una manta encima .

- Gracias .

Nos marchamos los dos algo cabizbajos y comentamos que parecían tener ahora tres mantas . Poco , para lo que podía helar .

- Vamos a mi casa a por otra manta - salté yo .

Vivía cerca y tardamos muy pocos minutos en llegar . Mi amigo esperó en la acera mientras yo contaba lo que pasaba y pedía una de las mantas viejas de los armarios .

Evidentemente , no pensábamos igual . Se me prohibió acercarme a los mendigos , no vaya a ser que fueran drogatas o se levantaran y nos fueran a robar .

Bajé de nuevo al portal , y de allí al trastero y saqué una manta que había quedado traspapelada ,tras una mudanza . Y luego mi amigo y yo volvimos a repetir la operación . Esta vez la mendiga al levantar la cabeza y reconocernos ya no dijo nada y se volvió a acostar.

- ¿ Qué más podemos hacer ? - le pregunté a mi amigo .

- Hoy nada . Aunque les diéramos dinero , hoy no tienen en donde comprar . Vamos a dejarlos dormir .

Y nos marchamos viéndolos y viendo pasar a jóvenes que como nosotros iban a divertirse , indiferentes a la escena . Caminamos en silencio , y cuando nos reunimos con nuestros amigos descubrimos que habíamos hecho un pacto implícito de no hablar .

Al día siguiente cuando pasamos por allí sólo quedaban los cartones en el suelo .

Han pasado tres meses y el gato vive en mi portal . Todos los días le baja algo algún vecino .


Ya sé que tiene más moralina que una película americana , y encima , un extraño final , pero ¿ qué quieren ? ... es un cuento real .