jueves, mayo 04, 2006

El Extraño Caso de Jaime Ramajo y Míster Rodríguez

(homenaje a Stevenson)

Querida Covadonga:

Te escribo estas líneas ahora que puedo, mientras soy consciente de mis actos. Es necesario que te cuente la verdad antes de que la descubras por tus propios medios.

Quizás, cuando llegues a casa yo ya no esté. Y cuando llegues a casa, esta no sea tal y como tú la recuerdas. En vez de tu querido Jaime estará mi otro "yo", Míster Rodríguez. El "otro". Entonces será demasiado tarde. Entonces no te podrás creer que esa maravillosa persona que tu conoces, buena, limpia y educada, sea ese guarro que va siempre en calzoncillos sucios y sin afeitar. Que tu casa, puro orden, que sería un modelo para un anuncio de detergentes, sea ese nido de detritus y suciedad. No te puedas creer que las plantas se han secado, que el baño lleva muchísimo tiempo sin limpiar, que haya un montón de ropa sucia encima de cada cama , que crezca una microfauna en la nevera, haya enormes bolas de pelusa en las esquinas, colillas por los suelos, y en cada mesa varias latas vacías de cerveza que se usaron de cenicero y están sin recoger.

Yo no he sido te lo juro. ¿ Cómo podría hacerlo yo y darte ese disgusto?. Ha sido mi alter ego. He ido desarrollando otra personalidad poco a poco. Un extraño se ha apropiado de mi cuerpo aprovechando tu ausencia. Se llama Míster Rodríguez.

¿ Cuando he sido consciente de ello?: Cuando llamaste por primera vez. Hacía ya una semana que te habías ido de vacaciones. Y "él", ya campaba por mi persona. La casa empezaba a ser un desastre :ya se habían acabado todas las conservas, y había cacharros a la espera de ser fregados desde hacía una semana. Tu llamaste y preguntaste ..."¿Qué tal todo Jaime?". Y fue Míster, Rodríguez quien respondió..." Bien, todo perfecto". Era mentira. Pero cuando colgó el teléfono , mi verdadero yo, empujado por el peso de la conciencia, volvió a surgir. Me dí cuenta del daño que estaba haciendo Míster Rodríguez y quise ponerle freno. Estuve limpiando y recogiendo por lo menos , por lo menos, cinco horas, pero ¡ay!, al día siguiente, "él", volvió a emerger .Ya no fregó el desayuno ni se afeitó. Cada vez que llamabas por teléfono, era Rodríguez quien respondía. Siempre dijo que todo iba perfectamente. Pero es mentira. Todo va cada vez peor. Ya alquila películas X, ha dado dos fiestas en el piso con sus amigotes y se niega a recoger los restos. Yo recuperaba el control momentáneamente, tras tus llamadas. Creo que por el peso de los remordimientos. Pero siempre, tarde o temprano vuelve a surgir de mí y cada vez es peor. Cuando me miro, en los breves momentos en que recupero la consciencia, me doy asco: sucio, desaliñado, siempre con una cerveza en la mano, medio desnudo o desnudo entero, sin siquiera los dientes limpios y las manos oliendo a orines (seguro que es uno de los seguidores de Torrente).

Ahora, mientras soy realmente Jaime Ramajo, puedo escribirte esta carta y advertirte de la situación...Acaba tus vacaciones y vuelve pronto.¡ Tienes que acabar con él, Covadonga!. No sé cuanto tiempo podré resistir....

Debo de tener cuidado... Noto como Míster Rodríguez pugna por salir de mí. ¡ Me está amenazando con difundir esta carta por internet!. ¡No, debo luchar!. ¡Dios mío!.

Es demasiado taaaardeeeee......

No hay comentarios: